Descartaron la intervención de otra persona en la muerte del turista que cayó del acantilado
La necropsia arrojó que Ariel Castelli falleció producto de los politraumatismos que sufrió.
El sábado fue la última vez que un amigo mantuvo contacto con Ariel Castelli, de 45 años y oriundo de Carcarañá, Santa Fe. El hombre estaba de visita en San Luis y había salido a continuar con su recorrido. Sin embargo, con el correr de las horas creció la preocupación y decidió realizar una solicitud de paradero en la Comisaría 17° de El Trapiche.
A los efectivos transmitió las características físicas del hombre y precisó que al momento de ausentarse vestía un pantalón de jeans negro y campera negra, y se trasladaba en una motocicleta Jawa Bobber 350 negra con rayas rojas.
La Policía comenzó con la búsqueda por la zona y fue en la mañana del lunes que se encontraron con el trágico desenlace. En los rastrillajes dieron con un cuerpo en el camino que conecta Nogolí con Río Grande. Los primeros indicios daban cuenta que se trataba del turista.
El cuerpo y la motocicleta habían caído por unos 90 metros. Tras rescatarlo del lugar fue trasladado a la Morgue Judicial donde la familia hizo el reconocimiento y se le realizó la necropsia.
El fiscal de Instrucción, Esteban Roche confirmó a El Chorrillero que la causal del deceso fue politraumatismos. Presentaba fracturas en ambas muñecas, brazos, piernas y en el cráneo.
En este sentido, descartó la participación de terceros en el siniestro. La hipótesis es que, en una curva, Castelli se salió del camino, perdió el control y cayó al precipicio.
A través de las redes sociales, hubo numerosas muestras de afecto a la familia del hombre, principalmente desde la “comunidad motera” en diversas provincias que lo despidieron para que “vuele alto por las rutas celestiales”.